El contrato que inicialmente debía unir a Valentino Rossi y Petronas en 2021, finalmente será asumido por Yamaha, por más que el italiano corra para el equipo malasio.
Ni cuando dejó Yamaha para irse a Ducati, una operación que se dio a conocer oficialmente el 15 de agosto de 2010; ni cuando abandonó Ducati para volver a Yamaha, un acuerdo que se hizo público el 10 de agosto de 2012.
Desde entonces, Rossi comunicaba sus renovaciones, siempre por dos años, cada vez más pronto, las últimas incluso antes de arrancar la temporada anterior al acuerdo.
Esa dinámica quedó frenada el pasado mes de febrero, cuando Yamaha anunció la renovación de Maverick Viñales y el fichaje de Fabio Quartararo, dejando al italiano sin sitio para 2021 en la formación oficial, pero con la promesa de que iban a prestarle todo el apoyo para que pudiera seguir compitiendo en el equipo satélite Petronas. Una maniobra que para el padre del corredor “traicionó el orgullo” de Valentino.
Rossi, a sus 41 años, ya ha hecho pública su decisión de seguir corriendo, y los responsables de Petronas, la de recibirle en su estructura. Sin embargo, hemos llegado ya al mes de septiembre y el acuerdo sigue sin plasmarse en un papel.
Diferentes medios, algunos habitualmente bien conectados con el entorno del corredor, aseguraron que el fichaje iba a ser anunciado durante las dos primeras carreras de la temporada, en Jerez a finales de julio, una vaticinio que se fue al agua. Ahora se habla de hacerlo en Misano, el gran premio de casa para el de Tavullia, veremos.
Los motivos que se esgrimen para que las conversaciones sigan dilatándose es la confección del equipo que rodea a Rossi en su lado del box, sus asistentes y mecánicos. Pero el hecho de que la firma del contrato se esté haciendo tanto de rogar, lleva a pensar que existen otros componentes en la negociación y que los actores de la misma han intercambiado sus papeles.
Además del acuerdo propiamente dicho para ser piloto y disputar el Mundial de MotoGP, los lazos entre Rossi y Yamaha abarcan otros muchos conceptos, algunos estrechamente relacionados con la empresa VR46, a nivel de imagen y merchandising, la academia de pilotos de Rossi, o con el MotorRanch, unas instalaciones a las que Yamaha suministra motos, material y mantenimiento, y en las que jóvenes corredores realizan cursos de formación a través del ‘Yamaha VR46 Master Camp’, una labor que se ha visto frenada ahora por la pandemia tras celebrarse, en mayo de 2019, la séptima y hasta ahora última edición.
Rossi no quiere poner en peligro todos estos acuerdos dando el paso de dejar Yamaha para pasar a ser contratado por Petronas, que era la intención inicial de los responsables de la fábrica. Siempre ofreciéndole todo el apoyo a mecánico.
¿Contrato con Petronas o con Yamaha?
Y es aquí donde viene la gran pregunta: ¿Con quién va a firmar Rossi su nuevo contrato, con Yamaha o con Petronas?
“La decisión es consensuada entre Yamaha, que tiene que aprobar la elección del piloto, y Petronas. Pero el dinero es suyo y son ellos quienes deben decidir qué línea tomaran”, explicó Lin Jarvis, director general de Yamaha MotoGP el pasado mes de abril, dando a entender que el equipo malasio era quien iba a hacerse cargo del contrato.
Tres meses después, a finales de agosto, el mensaje de Jarvis cambió por completo, asegurando que el contrato de Rossi será con Yamaha.
“Es un proceso complicado porque hay tres partes involucradas. Valentino tendrá contrato con Yamaha, pero irá al equipo Petronas, que tiene sus propios patrocinadores. Así que necesitamos un acuerdo a tres bandas y lleva tiempo ponerlo en marcha”, aseguró entonces el británico a la web oficial del campeonato.
Antes de eso, tras el podio conseguido por el #46 en la segunda carrera de Jerez, el jefe de la escudería malasia salió públicamente por primera vez a reconocer que estaban negociando el fichaje de Rossi.
“Este resultado facilitará las cosas. Somos Petronas y tomamos decisiones basadas en los negocios, y no podemos ignorar a los fans, a quienes quizás les gustaría un piloto local. No es una elección forzada, pero no es un piloto normal. Tomó tiempo sin duda, pero lo que hizo el domingo [el podio] facilita poder explicar a los accionistas por qué elegimos a Valentino”, dijo Razlan Razali a finales de julio, de lo que se podía entender que era Petronas quien se hacía cargo del contrato.
El director general del equipo Petronas dio, también, algunas claves por las que se está alargando el proceso, y que ya hemos señalado.
“Hay algunas cosas que definir, no tan relacionadas con Valentino o la mecánica, como con finalizar la estructura entre Yamaha, VR46 y el Circuito de Sepang. Eso es lo que está tomando un poco más de tiempo”, incluyendo a la VR46 Academy como parte del acuerdo.
Por las declaraciones de unos y otros, y por la cronología, se desprende que la intención inicial de Yamaha de que fueran los malasios quienes se hicieran cargo del contrato, ha ido mutando a una situación en la que Rossi ha preferido comprometerse con la fábrica, no con Petronas.
Así de claro lo dejó el manager de la escudería de Kuala Lumpur, el holandés Wilco Zeelenberg.
“La fábrica es quien contrata a Valentino y hasta ahora no hemos oído que el contrato se haya firmado. Eso tiene que ver con lo que quieren Valentino y Yamaha. Estamos un poco al margen de eso, él es contratado por Yamaha, no por Petronas”, aseguró en una conversación con la edición neerlandesa de Motorsport.com.
Está claro que Rossi ha conseguido girar la tortilla, y del “dinero es suyo y son ellos quienes deben decidir” de Jarvis el pasado mes de Abril, hemos pasado a un escenario completamente diferente, en el que Valentino ha logrado forzar que sea Yamaha quien le contrate, con Petronas como depositario de la moto que utilizará el campeón italiano, una situación similar, salvando las distancias, a la que mantienen Ducati y Avintia con el piloto francés Johann Zarco.
Fuente: lat.motorsport.com/