Chasis, sistema de escapes y basculante. Estos han sido los tres elementos que más modificaciones han sufrido en el test de Misano 2020 que los 11 equipos del Mundial de MotoGP han completado este martes en la fracción de Santa Mónica. Unas mejoras, ideadas en gran medida para la próxima temporada, donde Yamaha ha acaparado todo la atención mediática.

Un progreso, que tomando como referencia las declaraciones que realizaron Massimo Meregalli y Quartararo al finalizar la jornada de entrenamientos al norte de Italia, aún necesita ser perfeccionado. “En el primer apartado ha ido bien, pero en referencia a la velocidad máxima no ha habido paso adelante, como ya ha demostrado Rossi”, señaló Meregalli antes de ceder el turno de palabra al ‘Diablo’, que en contraposición con su futuro jefe, aseguró no haber sentido una gran avance a la hora de abrir gas: “Tras probarlo, no encontré grandes diferencias, de hecho volví al escape estándar”.

Cabe recordar que el desarrollo de los motores y la aerodinámica está congelado hasta 2021 por la crisis mundial del coronavirus, así como Yamaha es, junto con Aprilia, el fabricante que más problemas está padeciendo con su propulsor este año.

El ‘corazón’ de la YZR-M1 no sólo tiene un contratiempo en su sistema de válvulas que ha dejado ya inutilizable una máquina de Maverick Viñales, Franco Morbidelli y Valentino Rossi, sino que no ha podido ser solventado al no recibir la autorización de la MSMA (Asociación de Constructores del Mundial de MotoGP) en el GP de Austria 2020.

Quién sabe si los técnicos nipones, además de buscar rendimiento, han priorizado aumentar su fiabilidad, ya que un mayor tamaño de la zona final del escape podría ayudar a canalizar mejor los gases que emite este elemento a más de 1.200 grados, otro de los puntos débiles de la moto del país del Sol Naciente.

Fuente: as.com